lunes, 3 de diciembre de 2018

SOBRE PIRATAS, CORSARIOS Y BUCANEROS EN LA HISTORIA DE PANAMÁ


Desde las épocas de la colonia  la ruta comercial  a través del istmo de Panamá fue muy importante para Europa. A Panamá arribaban los galeones repletos de oro, plata  y piedras preciosas procedentes de lo que fuera el imperio incaico. Una vez al año  salían las naves españolas desde Portobelo para España, estas mismas naves retornaban de Europa  cargadas de provisiones. 
En Portobelo se efectuaba una feria anual, donde se intercambiaban productos procedentes de Europa y del Nuevo Continente, la riqueza existente en el área hizo a Portobelo blanco de los ataques de corsarios y piratas.
Portobelo fue tomada por Henry John Morgan en 1668. Se dice que para la acción fue pertrechado por el gobernador de Jamaica, pues éste reconocía al pirata como capitán de la armada inglesa. Sobre la toma de Portobelo una crónica relata:
“Llegan al puerto de Naos, a diez leguas de Portobelo. Es de noche y a la población apenas se le da tiempo de organizarse. Morgan primero ataca el convento, saca a monjas y sacerdotes, mientras el gobernador de Portobelo se atrinchera  con sus soldados, sin dejarse intimidar por la fuerza y el ataque sorpresivo de los piratas. Morgan lanza a los religiosos por delante para que el gobernador no dispare y se rinda, pero no, las monjas y sacerdotes van cayendo de a uno en uno sin que éste ordene el alto al fuego, y a pesar de verse perdido, pues se le habían acabado las municiones, siguió peleando con su espada, y lo hizo con tanta furia que logró llevarse a varios asaltantes al otro mundo; pero Morgan logra desarmarlo y no tiene compasión de él y lo destaza frente a su esposa e hijos.”    
En 1739 el 22 de noviembre  el Almirante Edward Vernon, se posesionó y saqueo a Portobelo.  Como un acto de recordación de  esta acción Inglaterra acuño unas medallas conmemorativas.
Francis Drake navegante y corsario, apodado “El Dragón” por su extraordinario valor, quien fuera el primer inglés en darle la vuelta al mundo, atacó también a Portobelo, sitio donde murió “presa de las fiebres” y  la disentería el 7 de febrero  de 1596, por su parte Jorge Conte Porras en su Calendario de la Nacionalidad,  indica que Drake falleció a las cuatro de la mañana del 28 de enero de 1596. Los restos  del corsario   fueron sumergidos por sus hombres  en las aguas de las costas de la ciudad fortificada en un sarcófago de plomo. En los últimos años se han realizado varios intentos infructuosos por localizar el féretro con los restos  de Drake.
Otros piratas que hicieron a Panamá blanco de sus fechorías fueron:
Bartolomé Sharps
Basilio Ring Rose
Guillermo Dmpier
John Oxenham
Revenau de Lussan
William Parker
Las fechorías, más que hazañas de  los malhechores del mar, han motivado a escritores  y poetas. El tema inspiró las novelas de Emilio Salgari, relacionadas con Henry John Morgan y  los versos del poeta español, José de Espronceda, de la Canción del Pirata,  que dice:
Es mi barco mi tesoro
es mi dios la libertad
mi ley la fuerza del viento
mi única patria la mar
Posiblemente el más salvaje de los piratas fue Francois Nau, conocido como “El Olonés”, sobre quien la versión de Antonio Villegas, relata que el personaje disfrutaba decapitando a sus cautivos, bebiéndose la sangre que de las arterias seccionadas de estos  corría y abriendo en canal a sus cadáveres para luego comerse sus vísceras. Las fechorías de este carnicero culminaron cuando, huyendo de la persecución de una nave española, arribó a una isla poblada de caníbales que terminaron comiéndose a este azote de los mares. Sobre este mismo asesino denominado por la educadora panameña: Noris Correa de Sanjur, en su obra Historia de Panamá, Francisco L´olonnois cuenta que “fue el pirata de más atroces instintos, asesinaba a sus amigos como un medio de amedrentar a sus enemigos, los indios de Darién lo hicieron prisionero, lo descuartizaron y lo quemaron en una hoguera.”
Las Ferias de Portobelo se realizaron desde 1606 hasta 1738. Esta extraordinaria actividad comercial  duraba de 2 a 4 meses cada año y las transacciones comerciales, que se producían en el marco de estas ferias, generaban hasta veinte millones de pesos, cifra extraordinaria para la época. El clérigo dominicano inglés del siglo XVII, en su obra Los Viajes de Tomas Gage en la Nueva España, hace una relación de la vida en la región en la época y da detalles sobre las ferias, indicando que Portobelo era unas de las ciudades más ricas de toda la América.


Panamá fue uno de los países más castigados por los piratas en la época en que estos “ladrones del mar” impusieron su ley a lo largo y ancho del mar Caribe. En el istmo panameño hay unas grandes reservas de oro que hacen la boca agua a los piratas. El más famosos pirata de la época, el inglés Francis Drake equipó dos bajeles para asaltar la localidad panameña llamada Nombre de Dios, a la que en una primera expedición consideró bastante indefensa. Los bajeles se llamaban Swan y Pasha. Con un centenar de hombres que logra desembarcar en el río Francisco, después de vencer  la fuerte resistencia de los españoles, se logra apoderar de Nombre de Dios el 30 de julio de 1.572. Poco después, repuesta la guarnición, contraataca y Drake ve que no tiene otro camino que huir.
Ante el temor de la llegada de una flota española, Drake busca refugio para sus hombres y sus barcos en un islote cercano. Desde él, lleva a cabo pequeñas incursiones  sobre la navegación que entra o sale del puerto. En una ocasión se apodera de una pequeña embarcación que transportaba vino a Cartagena de Indias (Colombia) Luego caen en sus manos dos fragatas españolas con armamento y municiones.
Este refuerzo le hace sentirse envalentonado. Y además, un día la suerte le llega sin esfuerzo. Cuando se halla en una nueva operación de merodeo, ve acercarse , a través de las lomas cercanas a Nombre de Dios, una reata de mulos cargados, procedentes, al parecer de Ciudad de Panamá. Los hombres de Drake caen sobre los desprevenidos y escasos soldados que acompañan a los arrieros. Y enseguida triunfan en su objetivo.
Sin suponerlo ni esperarlo, han logrado el mayor botín que hasta entonces hubieran conquistado: se trataba de un importante envío de plata y oro, desembarcado en Ciudad de Panamá y que debía reembarcarse  de Nombre de Dios o Portobelo con destino a España. Se dice que fue tanta la cantidad de metales preciosos asaltados que , no pudiendo atesorar todo en sus bodegas, Drake decidió enterrar más de una docena de toneles de plata bajo las arenas de una arroyo al sur de Nombre de Dios. Drake enfiló rápido hacia aguas más favorables e hizo su entrada victoriosa en Plymouth (sur de Inglaterra) el 9 de agosto de 1.573.

Francis Drake (1.540-1.596).
Otro famoso pirata, Henry Morgan asaltó Portobelo. Y con bastante éxito y rapidez. Morgan no soló alcanzó un fuerte botín en joyas, metales y otros bienes, sino que exigió al Gobernador de Panamá un rescate por la ciudad de 150.000 pesos. El pirata inglés le mandó como recuerdo la pistola con que había asaltado Portobelo y el Gobernador, una sortija en la que decía ” No se moleste en venir a Panamá”. Y con los 150.000 pesos, que sumados al botín ya reunido, hizo que Morgan se retirase, al finalizar el año 1.668, con un total de un cuarto de millón de pesos hacia su guarida de Jamaica.

Morgan cumplió su deseo de volver a Panamá en 1.671, con 38 barcos de todos los tipos. Asaltó y destruyó la fortaleza de San Lorenzo de Chagres y, a través de malos caminos y arroyos, días más tarde consiguió llegar a Ciudad de Panamá. Tras conquistar la capital panameña, Morgan se quedó cerca de un mes en ella, dejando poco menos que escombros de una ciudad que parecía tener por entonces unas 5.000 viviendas. El botín consistió en 175 caballerías cargadas de oro, plata y piedras preciosas, y 600 prisioneros y esclavos. Por el río Chagres regresó a la costa y, tras nuevos expolios, embarcó rumbo a Jamaica con el incommensurable botín obtenido en Ciudad de Panamá y el valor de los rescates de la mitad de por lo menos de los prisioneros.
                                                                                 
                                                            Henry Morgan (1.635-1.688).

En 1.681, el pirata Wafer atacó Panamá desde el Pacifico y atravesando el istmo, retorna a Jamaica con un escaso botín.
Pocos años después, le sigue el pirata Dampier que atacará Panamá en dos ocasiones, ambas en 1.685, pero tampoco parece que su botín fuese demasiado cuantioso.
William Dampier (1.652-1.715). Lo curioso es que luego se hizo científico y bastante prestigioso, por cierto.
Otros piratas que merodearon por Panamá fueron Gabriel Revenau de Lussan  (también en 1.685) y sir Edward Vernon, (el sir era heredado, no se lo concedió el rey de Inglaterra como premio por sus andanzas, como si se había hecho con Francis Drake), que conquistó y saqueó Portobelo en 1.739.

                                                                      Sir Edward Vernon (1.684-1.757).

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